CUARENTA AÑOS DE SEGUIMIENTO DEL ECOSISTEMA ANTÁRTICO Y DE ORDENACIÓN DE LA ACTIVIDAD PESQUERA

, Secretaría de la CCRVMA

Foto de Volker Siegel

Cuarenta años de seguimiento del ecosistema antártico y de ordenación de la actividad pesquera

Las primeras reuniones de la Comisión y el Comité Científico tuvieron lugar del 25 al 11 de junio de 1982, inmediatamente después de que la Convención de la CRVMA entrara en vigor. Durante los años iniciales, el foco del Comité estaba en la adquisición de datos sobre el estado del ecosistema antártico, las actividades pesqueras y el estado de las poblaciones de peces y de kril que eran objeto la de pesca. En este sentido, la labor del Comité Científico para la Investigación Antártica (SCAR) fue muy provechosa para la CCRVMA, en particular, el programa BIOMASS y los dos proyectos de investigación de colaboración internacional más importantes, conocidos como el Primer y el Segundo Estudio Internacional de BIOMASS (FIBEX y SIBEX, respectivamente). El proyecto FIBEX se desarrolló durante el verano austral de 1980/81 y contó con la participación de 13 barcos de 11 naciones, que realizaron la primera prospección exhaustiva de las poblaciones de kril y recabaron los respectivos datos oceanográficos.

Otros conocimientos expertos de SCAR, en especial aquellos sobre las aves y los mamíferos marinos, también han aportado cuantiosos beneficios al Comité Científico. En 1984, ya se habían conformado y reunido tres grupos de trabajo subsidiarios, uno sobre datos, un segundo sobre evaluación de las poblaciones de peces y un tercero sobre seguimiento del ecosistema. En ese contexto, tuvieron lugar las deliberaciones de fondo para el establecimiento de los fundamentos científicos del enfoque de ordenación de la CCRVMA, y muchos de los documentos científicos de los primeros años formaron parte de la primera edición de CCAMLR Selective Scientific Papers, que recoge textos de autores de Alemania, Argentina, Australia, EE. UU., Francia, Japón, Reino Unido, Sudáfrica y URSS.

Black-browed Albatros.Volker Siegel

La primera investigación del Grupo de Trabajo de Evaluación de las Poblaciones de Peces determinó que una especie de peces en particular, la trama jaspeada, había sufrido una drástica reducción en sus stocks, como consecuencia de la pesca con arrastres de fondo en la década de los setenta. Atendiendo al asesoramiento del Comité Científico en cuanto a la necesidad de cerrar la pesquería, la Comisión adoptó sus primeras medidas de conservación, en 1985 y 1986, mediante las que se prohibía la pesca de esta especie alrededor de las islas Georgias del Sur, de la península Antártica y de las islas Orcadas del Sur. En los años posteriores, el Grupo de Trabajo de Evaluación de las Poblaciones de Peces desarrolló evaluaciones y asesoramiento sobre otras poblaciones de peces afectadas por los artes de arrastre en estas áreas, y la Comisión comenzó a establecer límites de captura y regulaciones sobre los artes de pesca. En cinco años, las prohibiciones a la pesca comercial se ampliaron a todas las especies de peces en las aguas alrededor de la península Antártica y las islas Orcadas del Sur (Subáreas 48.1 y 48.2 de la CCRVMA, v. CCAMLR GIS) y, desde entonces, han permanecido vigentes en esas áreas con el fin de permitir la recuperación de los stocks.

A su vez, en 1984, el Grupo de Trabajo de Seguimiento del Ecosistema (posteriormente, WG-CEMP) comenzó a diseñar un programa de seguimiento, y en 1987, creó un sistema y métodos estandarizados de seguimiento de parámetros específicos, tales como el éxito en la reproducción y la alimentación de las especies indicadoras clave y en sitios y áreas de estudio determinados.

El Programa de Seguimiento del Ecosistema de la CCRVMA (CEMP) tiene por objetivo:

  1. detectar y registrar cambios significativos en los componentes de mayor importancia del ecosistema marino dentro del Área de la Convención, información que sirve luego de fundamento para la conservación de los recursos vivos marinos antárticos; y
  2. distinguir entre los cambios causados por la recolección comercial de las especies y los cambios, tanto físicos como biológicos, ocasionados por la variabilidad medioambiental.
Pingüino papúa, Punta Stranger – Mariana Juares, Argentina

La finalidad del programa no es hacer un seguimiento de todas las especies dependientes dentro del ecosistema antártico, sino que se centra en unas pocas que son las que probablemente responderían a los cambios en la disponibilidad de las especies explotadas (estas especies dependientes a veces se denominan especies indicadoras).

El programa ha progresado, habiendo comenzado, en 1984, por 17 combinaciones de sitios, especies y parámetros que hoy llegan a las 237, y cuenta con la participación de 14 Miembros. Es sin duda la serie temporal de datos ecológicos recabados sistemáticamente en la Antártida de mayor continuidad —una de ellas, la de los pingüinos macaroni, data de 1958 y es prueba de la labor científica coordinada que desarrollan los Miembros de la CCRVMA.

El programa hace un seguimiento de las siguientes especies:

  • Pingüino adelia (Pygoscelis adeliae),
  • Pingüino de barbijo (P. antarctica)
  • Pingüino papúa (P. papua)
  • Pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus)
  • Albatros ojeroso (Thalassarche melanophrys)
  • Petrel antártico (Thalassoica antarctica)
  • Petrel damero (Daption capense)
  • Lobo fino antártico (Arctocephalus gazella).

Si bien se considera que algunas especies dependientes del kril, tales como la foca cangrejera (Lobodon carcinophagus), podrían responder a los cambios en su disponibilidad, no son objeto de seguimiento porque, al habitar en bancos de hielo, no se prestan tan fácilmente a su seguimiento periódico o anual.

Mapa de los sitios del Programa de Seguimiento del Ecosistema de la CCRVMA (CEMP).
Chinstrap Penguins – Emilce Rombola, Argentina

A partir de una combinación de datos de varios indicadores, es posible desarrollar un índice sintético del ecosistema dependiente del kril (figuras 9, 10 y 11 del Informe de pesquería de kril de la CCRVMA).

Video supplied by Argentina

En los últimos años se ha detectado un aumento en la pesca destinada al kril, en particular, en el sector atlántico del océano Austral (v. artículo de blog N.o 3), y esto ha generado nuevas preocupaciones acerca de una posible merma en la disponibilidad del kril para los depredadores si la captura se concentra en áreas que son esenciales para su alimentación. El Comité Científico y el Grupo de Trabajo de Seguimiento y Ordenación del Ecosistema, que en 1995 subsumió la labor del WG-CEMP, se vale cada vez más de los datos del CEMP para conocer las tendencias del ecosistema antártico dependiente del kril y su relación con el cambio climático y la pesca, y también para formular estrategias de manejo que permitan alcanzar los objetivos de ordenación la CCRVMA.